Comentábamos la semana pasada sobre una creencia mas o menos difundida que los pollos de granja tienen hormonas de crecimiento lo cual no es cierto. Si no la leyó, haga click aquí.
Tenemos clientes que nos consultan sobre los pollos de campo en parte por el mito de las
hormonas, y otros por una diferencia de sabor en la carne producto de una eventual diferencia de alimentación.
Investigamos bastante el tema y nos pusimos en contacto con el grupo de avicultura del INTA Pergamino, que desarrolló ya hace algunos años un programa de "pollo campero" que pueda incluso servir como documentación para una eventual producción de pollos con calidad certificada. Nos contaban desde el INTA que hay varios productores chicos de la zona que producen volúmenes pequeños de pollo de tipo campero, pero que el gran problema que tienen es que no han logrado organizarse como para juntar una masa crítica que resulte viable para un frigorífico de la zona disponer de sus instalaciones para tal fin.
Resumiendo, la falta de capacidad de procesamiento en condiciones de higiene y sanidad que sólo un frigorífico controlado por SENASA puede ofrecer, conspiran contra la existencia de oferta confiable de este tipo de pollos. Si le ofrecen "Pollos de Campo" sin trazabilidad, no se deje engañar, es altamente probable que no lo sean o bien no están garantizadas condiciones de seguridad e higiene alimentaria.
Algunas granjas de primera marca están sacando al mercado pollos de granja que tienen un proceso de terminación de alimentación a campo, como el producto "Selección del Campo" que acaba de lanzar Cresta Roja y que nosotros ya estamos vendiendo. GRANJA GOURMET
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